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Mucho se habla últimamente de los estabilizadores de imagen, de cómo han ido evolucionando y mejorando a lo largo de los años. ¿Pero sabemos realmente cómo funciona esta tecnología integrada en nuestras lentes y/o cámaras de fotos?

No todos los sistemas de estabilización o reducción de vibración son iguales. Por eso, en el artículo de hoy vamos a explicar los tipos de estabilización que encontraremos en el mercado, para qué sirven, cuáles son sus respectivos pros y contras y algunos consejos de uso.

Estabilizadores de Imagen: Qué son y Para qué Sirven

Seguro que muchas veces has obtenido imágenes trepidadas disparando a pulso ¿verdad? La estabilización de imagen en fotografía surge para solucionar este problema, ya que su objetivo es ayudarnos a evitar que nuestras fotos salgan borrosas.

Para ello, lo que hace es reducir el movimiento de la cámara causado por la vibración de nuestras manos o de nuestro cuerpo, sobre todo cuando usamos velocidades de obturación lentas o un objetivo de focal larga, como un teleobjetivo.

Ahora que estamos hablando de disparar fotos a pulso, es probable que te venga a la mente algo que aprendemos todos cuando somos principiantes: la regla de la focal inversa.

Como sabes, según esta regla, cuando disparamos fotos a pulso debemos elegir una velocidad de obturación que debe ser igual o superior a la inversa de la focal que estamos usando.

Por ejemplo, si disparamos una foto a mano alzada con una cámara full frame y un 50mm, debemos usar una velocidad de 1/50s o superior para evitar que las vibraciones producidas por nosotros arruinen la toma. Si utilizamos un 100mm una de velocidad 1/100s o superior, si es un 300mm una velocidad de 1/320s o superior y así sucesivamente.

Aunque si usáramos una cámara APS-C, deberíamos tener en cuenta el factor de recorte del sensor (que suele ser de 1.6x o 1.5x) y aumentar la velocidad de obturación mínima de forma equivalente. Es decir, con el teleobjetivo 100mm en lugar de 1/100s, si hacemos un cálculo mental, necesitaríamos una velocidad de 1/160s.

Pues bien, lo que nos ofrecen los sistemas de estabilización es reduces esa velocidad de obturación mínima. La mayoría de estabilizadores actuales son capaces de ofrecer entre 3 y 5 paradas de estabilización (aunque los hay incluso más avanzados de 6 o más).

Por ejemplo, pongamos que tenemos una lente de 250mm. Para sacar fotos a pulso necesitaríamos usar una velocidad de 1/250s o superior. Pero, si activáramos un estabilizador de imagen de 2 paradas podríamos disparar fotos sin trepidaciones con una velocidad de mínima de 1/60s. Y si fuera de 3 paradas, con una velocidad de 1/30s.

¿Parece increíble verdad? Son múltiples las ventajas que estos sistemas de estabilización nos ofrecen tanto para fotografía como para vídeo. Resultan especialmente útiles cuando trabajamos en ambientes con luz escasa o con focales largas y cada vez son más efectivos y nos ofrecen mejores resultados.

¿Para Qué NO Sirven?

La estabilización de imagen solo nos permite capturar imágenes nítidas de sujetos estáticos a velocidades más lentas. Lo que se encarga de corregir el sistema de estabilización es únicamente el movimiento (involuntario e indeseado) del fotógrafo.

El estabilizador no puede tener control sobre el movimiento de un sujeto u objeto dentro de la escena, por lo que no podrá paralizarlo. Los objetos en movimiento saldrán igualmente borrosos y, en algunos casos, incluso más borrosos o trepidados con el estabilizador activado.

Si lo que pretendes es “congelar” el movimiento del sujeto fotografiado, recuerda que lo que deberás hacer es reducir el tiempo de exposición, o lo que es lo mismo, trabajar con velocidades de obturación más rápidas.

Ten en cuenta que el hecho de poder bajar la velocidad de obturación, al utilizar estos sistemas de estabilización, también da más tiempo al sujeto fotografiado a poder salir movido en la foto.

Por lo tanto, algunas veces, cuando fotografíes elementos en movimiento, deberás aumentar mucho la velocidad de obturación (aunque el sistema de estabilización te ofrezca la posibilidad de emplear tiempos más largos) porque será la única forma de evitar movimientos indeseados en la fotografía.

Tipos de Sistemas de Estabilización

A la hora de comprar una cámara debemos fijarnos bien en qué tipo de estabilizador tiene, porque las palabras y descripciones pueden resultar algo engañosas. No es lo mismo un estabilizador óptico, que uno mecánico o incluso que uno digital.

Términos sofisticados como Anti-blur o Anti-shake pueden referirse a estabilizadores digitales que nada tienen que ver con los mecánicos u ópticos. Por tanto, es importante saber qué tipo de estabilizadores existen y cuáles son sus pros y sus contras, para así determinar cuál nos conviene más según nuestras preferencias.

Sistemas de Estabilización Ópticos

Estabilizadores de Imagen en las Lentes